La broma/

Comenzaré declarando que mi primer libro de Kundera fue la insoportable levedad del ser, y fue una gran lectura, tal vez hasta fanfarrona.

Nuestro personaje principal es Ludvik, un tipo como cualquier otro protagonista, hábil, inteligente, pensante que además toca el clarinete y es un líder de su universidad en la república checa comunista. En la primera parte de su historia lo podemos ver como un hombre sumamente Versátil, el mismo lo dice Soy el de las muchas caras, y en eso debo sentirme totalmente identificado con el, el era líder, sumiso, extravagante, seductor y callado según cayera la ocasión. Como en la canción de Soda «Tratame suavemente»,  y es aquí donde he comprendido que cuando se puede ser tantas cosas no se es sino un actor, y un actor que no es un actor (de oficio) no es un farsante, solo es alguien que no sabe quién es.

En esta parte de su vida Ludvik corteja a una joven seria y abnegada al comunismo, a la que le cae muy bien una broma. Le envía una postal con un mensaje que busca controversia por estar en total desacuerdo con la visión del partido, en primer lugar es patético y reactivo, una comunicación de impresión, y en segundo lo pone en una posición de enemigo del partido. Así lo que comienza como una broma es el fin de su Universidad y de su partido, la postal es interceptada y el interrogado, lo juzgan y uno de los que creía él lo iba a defender lo ahorca directamente con un discurso que lo sentenció al destierro, siempre se sentiría defraudado por esto, defraudado también de la raza, de todos los que pudieron salvarlo nadie lo hizo.

Tras que lo echan por la puerta de atrás es enviado a cumplir servicio militar, donde es encasillado como enemigo del estado y puesto a trabajar en una mina. En permiso en la mili conoce a Lucie, se enamora de ella, gasta todos sus ingresos en ella, el la ama de una manera sincera y pura pero tras la ansiedad que le genera tener relaciones sexuales con ella, y sus negativas infundadas pero firmes llega a un acto casi de violación que también lo pone en riesgo su integridad en la milicia. Un amor tan insano que da asco, que de hecho pasa de la ternura al asco absoluto. Poco sabía él del pasado de Lucie, y la embarra doblemente al escaparse para buscarla, tras lo cual lo clavan en la cárcel por algún tiempo mas.

Lo próximo que sabemos de él es que está en su pueblo natal 15 a;os después para tener relaciones con la mujer de uno de los compañeros que lo sentenció al destierro, que esto ocurre pero que ella ya no es mujer de este hombre y que más encima al este enterarse reacciona de la manera más afable posible. Vaya pifia, Ludvik en una carrera por vengarse y todo es una broma, gestionada por el, para el, que se le ríe en su vida.

La lección de esto es, las máscaras no sirven. La venganza con la que se oculto como un seductor enamorado, no es motor óptimo para la vida, aun cuando fue lo más sensato no tomar acción en su día, la preparación y la ansiedad de golpear a otro es contraproducente, la máscara de trotskista lo metió en esta rueda, la máscara de amante rico le dio otra vuelta y es que después de tantas máscaras al mostrarse como era en su faceta más débil solo puedo cavar mas el hueco del cual quería salir.

Además de esto el libro es un reflejo histórico del comunismo, y en la intención del autor vemos también las máscaras que este movimiento usaba, el popularizar la música popular (valga la redundancia) de nuevo da como resultado un movimiento de música impostora, que unía a las personas temporalmente con un mal pretexto, promoviendo la cultura «propia» del pueblo, forzando tradiciones que no perdurarán si no fueran impuestas. Tal vez es un poco extremo mostrándonos personajes que son totalmente abnegados al comunismo, dando todo por la causa y matándose a sí mismos en una causa perdida.

Debo decir que la historia me gusto, por la infidelidad, por la vida militar y por sus bromas. Porque Kundera tiene una manera increíblemente certera de describir los procesos de seducción de hombres a mujeres. Porque habla de todo,de manera tan limpia que es muy fácil seguir la pista, pero debo decir que el final no fue lo que esperaba, que dejo muchas cosas sueltas para mi, me imagino que igual se sintió Ludvik al terminar la historia, se dio cuenta de que hizo todo para nada.

Este libro puede ser tildado fácilmente de misógino, pero el libro da un tono muy  real. Ludvik parece entender muy bien la seducción, la fantasía y el deseo al punto de seducir a una mujer totalmente por venganza. uff no lo se, podría seguir escribiendo, tal vez lo haga, pero, hasta aquí es una justa review.


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